Capítulo 7: Después de la tempestad viene la calma

-¿Té ha molestado lo que te he dicho?-dijo Aaron con un tonó preocupado

-Sabes que… no me ha molestado me ha servido para darme cuenta de que no me estoy comportando como yo verdaderamente soy y que ya pasó lo de ser la niña buena , creía que tu confiabas en mi y en mi deseo nunca has estado en desacuerdo con él, hasta que he empezado a cumplirlo con Nico. Sí puede ser que no le guste... ni él a mí, simplemente nos estamos conociendo y me siento bien a su lado, no estoy enfadada contigo porque se que intentas que no me enamore de él y que luego me lleve una desilusión, pero creía que tenías un poquito más de fe en mi... no soy tan tonta como para creerme que estoy enamorada de una persona que no conozco y por eso mi meta ahora es conocerle y tu mi amigo me vas a ayudar

-¿Yo ayudarte en qué?

-En llevarme a la fiesta de Eric, me lo he pasado muy bien contigo está noche y te lo agradezco mucho pero ya no tenemos nada que hacer aquí, así que te pediría el favor de que me llevarás a la fiesta y te quedarás conmigo

-Pero si ni siquiera sabes quien es Eric

-Si claro que lo sé

-¿A sí pues dime quién es?

-Fácil, un amigo de Hugo y Nico que ha organizado una fiesta de fin de curso en su casa, además que por lo que creo recordar en su casa se dan siempre las mejores fiestas de fin de curso, lo malo es que nunca nos habían invitado

-Pues… a mí si me invitaron

-¿Cuándo?

-Me invitan todos los años

-¿Y porqué no me lo has dicho? ¿Y fuiste sin mí?-dije con una agria sonrisa

-No te lo dije porque sabía que no te lo ibas a tomar bien y no, no fui sin ti, además que no me gustan esas fiestas

-Pues a mí si y lo sabes porque en ellas es donde más contacto se puede tomar con los humano o crees que en el instituto puedo hablar con ellos si ninguno me dirige la palabra, pero en las fiestas todo es diferente, deberías habérmelo dicho, pero déjalo ya veo que me ocultas demasiadas cosas

-Morgy

-No me llames así y menos cuando estoy enfadada

-¿Estás enfadada? Sabía que no debería habértelo contado soy un estúpido

-No no eres estúpido la estúpida soy yo que soy la ultima que se entera de todo, y ahora espérame que me voy a cambiar de ropa.

-¿De ropa, por qué?

-Pues porqué no voy a ir así vestida a la fiesta ¿no crees?, no pienso ser la única que desentona entre toda la multitud con un vestidito.

-No tienes porque ser como la gente quiere que seas, eso es lo que me gusta de ti no haces lo que dictan las modas, siempre has tenido tu estilo.

-Yo no estoy siendo como la gente quiere que yo sea,no creo que a nadie le importe lo que yo haga, además que solo me voy a cambiar de ropa, vas a ver lo que Morgana Donaban es capaz de hacer.

-Cuando haces eso me das miedo

-¿El qué?

-Decir tu nombre completo, siempre que lo haces acabas mal parada por hacer una locura

-Pues eso no será esta noche y ahora déjame que me tengo que arreglar, me levanté de aquella mesa con un gran cabreo y haciendo el mayor ruido posible para demostrarle lo enfadada que estaba, seguí el caminó de los pétalos, que ya habían perdido todo su olor, cuando llegue a aquella habitación en la que había estado anteriormente me desplomé sobre la maravillosa cama y dejé que mi mente asimilará lo que acababa de ocurrir, ¿era cierto, había sido la primera pelea que había tenido con Aaron en toda mi vida? Me daba igual, lo que paso fue algo bueno en gran parte porque me hizo darme cuenta de muchas cosas, deje de pensar, tenía que volver a arreglarme por segunda vez en la noche y tercera vez en el día, esto me superaba nunca me había cambiado de ropa tantas veces mire en el armario que Aaron había preparado pero no encontré nada, todos eran vestidos de noche… para nuestra noche, entonces fue cuando lo decidí no se creo que no es tan malo hacer magia, es mi naturaleza y no tengo porque librarme de ella por querer enamorarme de un humano, ahora que lo pienso si me enamoraba de un humano el tendría que aceptarme tal y como yo era así que podría contárselo todo, aunque no estaba permitido en la normativa estipulada por las hadas, de todas formas por saltarme las reglas una vez no creo que me fuera a pasar nada… así lo haría volviendo a mi vestuario primero pensé detenidamente que deseaba llevar mmm… veamos quiero un conjunto sexy que realce my figura, primero pensé en una camisa gris de tirantas combinada con unos pantalones pitillos negros y los mismo zapatos que había llevado está noche, pero era demasiado simple quería algo más… atrevido, en aquel momento decidí que sería adecuado un conjunto de una mini falda roja acabada en negro bastante ajustada y una especie de corsé rojo arriba con los lazos en negro pero si lo hubierais visto era demasiado para mí prefería ir poco a poco, así que por ultimo opté por un mono azul con unos botones los cuales me desabroche dos de ellos para obtener un look mas desenfadado pero luego me los volvía abrochar, poco a poco me dije, lo cierto es que me quedaba bastante bien, además el mono era abierto y dejaba mi espalda al descubierto, pensé en los zapatos y me puse unos negro del zapatero de Aaron, la magia también tenía sus limites si me pasaba quedaría agotada y no podría ir a la fiesta así que lo de maquillarme lo haría sin magia, cuando termine con todo me di cuenta de que al igual que el olor de las flores también se había extinguido el calor de la cabaña esto debería ser cosa de Aaron, no se me ocurría ningún tipo de chaqueta que pudiera combinar con el mono, porque como dije una vez nunca me interesó mucho la moda de los humanos, pero si me interesaba por uno debería conquistarlo con las mimas armas que las demás, entonces decidí hacer el ultimó conjuro del día ya que dentro de 5 segundos iban a dar las doce y acabaría este día para comenzar con aquella maravillosa fiesta, el día terminó con un conjuró para no pasar frío a pesar de que con lo que llevaba cualquier humano estaría tiritando, pero ya arreglaría eso con un poco de actuación