Capítulo15: Lo bueno nunca acaba, si hay algo que te lo recuerda.

-¿Yo, porque tendría que enfadarme?

-Tú solo prométemelo y que no salga de aquí por favor

-Vale te lo prometo y sabes que puedes confiar en mi, tranquila no se lo contaré a nadie

-Pues mira lo que pasa es que…

-¿Si?

-…

-Si no me lo cuentas no podré ayudarte en lo que pueda

-em… recuerdas aquel día que me enrolle con Eric ¿no?

-Si claro, lo recuerdo

-Lo que ocurre es que a mi Eric me gustaba desde antes de que estuviera con Ania y yo fui quien provocó su ruptura, le metí a Eric paranoias en la cabeza y le dije que dejara a Ania que ella no quería lo mismo que el, pero lo más fuerte es que desde esa noche he seguido liándome con él a espaldas de todo el mundo, pero hace dos días me dijo que no podía seguir ocultándoselo a todo el mundo y que si no lo hacíamos público lo nuestro había acabado, y yo quiero hacerlo público pero si lo hago todos me van a odiar por lo que hice

Me quedé callada por unos minutos mientras pensaba una solución

-Bueno no es que apoye lo que hiciste, tampoco estoy enfadada contigo ni te voy a odiar, pero podrías haber esperado a que ellos cortaran es tu amiga no debiste hacerle eso, ¿estas segura que te quieres arriesgar con tu relación con Eric?

-Si, siempre me ha gustado, ¿me vas a ayudar con esto?

-Si, claro, mira tengo una idea voy a hablar con Ania y le voy a preguntar si le sigue gustando Eric, lo más seguro es que me diga que no porque creo que le gusta otro, cuando me haya dicho que no vas tú a hablar con ella y le dices que te gusta Eric pero que te da cosa por ella, entonces es cuando ella te dice que no le importa, y tu vas a hablar con Eric y le dices que empezáis públicamente pero ocultando el principio como si hubiera surgido ahora el amor

-Dios tienes una mente maravillosamente perversa

-Pues ahora te tengo que pedir yo a ti un favor

-Dime

-Nunca nadie se puede enterar de está conversación porque entonces me odiarían todos a mí, ni siquiera le digas a Eric que yo te he ayudado

-Vale muchas gracias me has salvado la vida Mor, de verdad muchas gracias te debo una, pídeme lo que quieras, cuando quieras

Nos despedimos y cada una se fue a su casa, mientras andaba pensaba si había echo bien ayudándola, esta bien ayudar a una amiga siempre que no dañes a otras, me sentía mal por haberla ayudado, pero ¿qué debería haber hecho sino?. Si alguien se enteraba yo quedaría muy mal, seguí comiéndome la cabeza mientras andaba hacia mi casa, mi móvil comenzó a sonar antes de cogerlo ví que ya eran las once y veinte, era mi madre

-¿Dónde estás?

-En la calle mama donde voy a estar

-Que graciosa ¿Y con quien estás?

-Con nadie mama, ya iba para casa

-Pues antes de venir podrías comprar unas hamburguesas hija, es que acabo de llegar a casa y no hay nada para cenar

-¿Y no puedes pedirla tú?

-Hija tardas tu menos que si me la traen

-Vale-dije resignada y colgué

Llegué a mi casa deje la comida en la cocina y me fui a la cama, el día de hoy había podido conmigo, mañana sería otro día.